La
Comisión General de Justicia y Paz de España ha celebrado en la ciudad de
Murcia los días 8,9 y 10 de abril, las
Jornadas Nacionales, donde se ha reflexionado sobre Ecología y Ética Social, en base a la encíclica Laudato Si del Papa Francisco.
Ha contado con la presencia de Mons.
José Manuel Lorca Planes, obispo de la diócesis de Cartagena–Murcia; Mons.
Jesús Fernández, obispo auxiliar de Santiago de Compostela y prelado asistente
de la Comisión Nacional de la Conferencia Episcopal de España; el presidente de
la Comisión de Pastoral de la Conferencia Episcopal; la Directiva Nacional de
Justicia y Paz; el consiliario diocesano
de Justicia y Paz de Murcia y representantes de las Comisiones de Madrid,
Barcelona, Sevilla, Tenerife, Albacete, Alicante y Murcia.
Se ha constatado que vivimos a nivel
nacional y mundial una crisis que no es sólo económica sino, sobre todo, ética,
social y ecológica. Esta realidad nos platea a los cristianos el desafío de ser
voz profética para iluminar, desde el Evangelio,
el camino que nos lleve a un mundo más justo, fraterno y respetuoso con el
medio ambiente.
La encíclica Laudato Si abrió las Jornadas de Justicia y Paz. En esta
encíclica el Papa Francisco señala el itinerario ético y espiritual para
cambiar nuestra manera de ser y de estar en el mundo.
Así, el primer conferenciante Fray Francisco Martínez Fresneda, profesor
del Instituto Teológico de Murcia, hizo énfasis en la visión franciscana de la
Creación en la que el ser humano, cumbre de la misma, se incorpora al mundo
creado como administrador y cuidador. Así se constituye en hermano de toda la
Creación. Todas las criaturas, astros, tierra, montes, plantas, animales y,
sobre todo, los hombres y mujeres, son hermanos, imágenes vivientes de Dios. Más
aún, Dios está en ellas.
La encíclica Laudato Si aborda en
profundidad el problema medioambiental unido a la realidad de exclusión y
pobreza en la que vive gran parte de la humanidad. Hace un llamamiento urgente
para salir de la espiral de autodestrucción y volver a reconstruir la “casa
común que Dios nos ha confiado a todos”. Denuncia la codicia e idolatría del
sistema capitalista neoliberal y el actual modelo de desarrollo económico, que
no tiene en cuenta el desarrollo humano.
En definitiva, la Laudato Si es un desafío para toda la
humanidad y un canto a la creación,
lleno de poesía y esperanza, al estilo de Francisco de Asís.
Por su parte, el experto
medioambientalista, Dr. Francisco López
Bermúdez, catedrático emérito de la Universidad de Murcia, realizó una
realista y apasionante exposición del Cambio climático, basado en datos
científicos. Señaló las causas y consecuencias. Retomando la Laudato Si presentó lo que “está pasando
a nuestra casa común”: la creciente contaminación, la pérdida de biodiversidad,
la desertificación y la pobreza en el mundo como consecuencia del cambio
climático. Señaló que el deterioro del medioambiente no es casual, sino el
resultado de un sistema económico global que mercantiliza la tierra y el agua y
sobreexplota salvajemente los recursos naturales. Con lo cual hace más ricos a
los ricos y más pobres a los pobres. Finalmente, abordó la respuesta
internacional, que lamentablemente, es deficiente y preocupante, sobre todo,
para las generaciones venideras.
En
la Mesa redonda sobre el “Desarrollo
sostenible”, en la que intervinieron
el profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Murcia, Dr. D. Francisco Martín, Dª. Marta Martínez Carrillo, representante de Manos Unidas,
José García Férez, profesor de moral del ITM y
del CETEP de Murcia, moderada por Dª.
Isabel Cuenca, Secretaria de la
Comisión Nacional de Justicia y Paz, se
destacó el desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades de todos los seres
humanos sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras
generaciones. Esta es la ética del desarrollo. Muchas de las actividades humanas, tal como
están contempladas en el sistema neoliberal, no son sostenibles. La lógica
mercantil de la economía es insostenible. Favorece un consumismo voraz en los países ricos mientras aumenta el hambre
en los países del sur.
En consecuencia, se estima que urge
pasar de la ideología del individualismo, de la competitividad y del
cortoplacismo que nos presenta el sistema dominante a una alternativa solidaria
y respetuosa de la naturaleza. Urge, asimismo, pasar a otro estilo de vida más
sencillo y austero en base al principio ético del compartir, tal como señala el
Papa Francisco en su encíclica. Combatir el hambre en el mundo exige no
solamente dar de comer sino combatir sus causas, que son estructurales.
La ética de la sostenibilidad está proclamando
que toda persona tiene dignidad y por lo tanto tiene derecho a una naturaleza
digna y sana. Cuidar el planeta una obligación moral. Es por eso que es
necesario sustituir el desarrollo económico del sistema por un desarrollo
humano integral.
Jesús de Nazaret nos enseña que el
ser humano se desarrolla integralmente en relación con los demás, compartiendo
lo que es y lo que tiene con los hermanos más necesitados, perdonando y amando,
así como el Padre nos ama y perdona.
Por su parte, el profesor Bernardo Pérez Andreo,
secretario del Instituto Teológico de Murcia, desarrolló el tema de la Ecología integral en la perspectiva de
la globalización y ética social. La ecología integral, tal como aparece en la Laudato Si, abarca no solo lo ambiental
sino también lo económico, lo social, lo político, lo ecológico, lo cultural,
lo ético… Todo está íntimamente relacionado. Une los problemas ambientales con
el problema humano. Une el sufrimiento de los pobres y el sufrimiento de la
tierra como ecosistema global. Destaca la propuesta del papa Francisco: la
incompatibilidad entre lo verdaderamente humano y el modelo socioeconómico
imperante, el capitalismo neoliberal globalizado, y la urgencia de una
revolución de la ternura y la misericordia. Éste es el camino para detener la
destrucción de la tierra y el deterioro humano y reconstruir un mundo feliz
para todos.
Según las propias palabras de
Francisco, vivimos bajo una economía que mata a las personas y mata al planeta
entero. Esta muerte es debida al desarrollo de la propia lógica del sistema
económico imperante, que es una lógica basada en el lucro sin límite alguno, lo
cual es inmoral, contrario al Evangelio de Jesús.
Finalmente,
se concluyó con una mesa redonda sobre el Uso
racional y ético del agua, en la que participaron, D. Jesús Cárcar Benito profesor de Ciencias Políticas
de la UMU, D. Miguel Padilla,
presidente de la organización agraria COAG en la Región de Murcia, Fray José Luís Parada Navas, profesor
de moral del Instituto Teológico de Murcia, moderados por D. Eduardo Ibáñez, Presidente
de la Comisión Nacional de Justicia y Paz,
concluyéndose que el
agua es un bien común. No se puede privatizar. El agua es un derecho porque
está ligada al derecho a la vida. Sin embargo, el 43% de la población mundial o
carece de agua o no tiene un sistema adecuado.
Así como que en la utilización adecuada
del agua debe integrarse su uso tradicional con los avances tecnológicos,
siempre bajo el principio ético de que el agua no tiene fronteras, es un valor
moral al servicio de todas las personas.
Finalmente se concluyeron las
Jornadas con unas palabras de Mons. Jesús Fernández, agradeciendo a todas las
comisiones diocesanas su participación y fortaleciendo la esperanza y los
sueños en otro mundo más justo y más humano, signo de la presencia del reino de
Dios.
Sin embargo, la actividad continuó
en la mañana del domingo –tras dedicar la tarde del sábado a la visita cultural
de la Catedral de Murcia y al Museo Salzillo-, en la jornada dominical se
celebró la Eucaristía en el templo de Sto. Domingo (PP. Jesuítas) presidida por
el Obispo acompañante de la Comisión Nacional de Justicia y Paz Mons. D. Jesús
Fernández Gonzáles, Obispo Auxiliar de Santiago de Compostela, a la que siguió
la celebración de un Pleno de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, en el
que, entre otras cosas, se reflejó la satisfacción por el desarrollo,
seguimiento y alto nivel de los intervinientes en las Jornadas recién concluidas,
sugiriendo la celebración de las próximas en Madrid, el próximo año.