JUSTICIA Y PAZ

Justicia y Paz es una organización de la Iglesia Católica, preferentemente laical, que tiene una estructura orgánica que parte de la Comisión Pontificia de Justicia y Paz del Vaticano, pasando por las Comisiones Nacionales que dependen de las respectivas Conferencias Episcopales Nacionales y se concreta en el ámbito local en las Comisiones Diocesanas erigidas por el Obispo titular de cada diócesis.
En la Diócesis de Cartagena, nuestro Obispo, Mons. José Manuel Lorca Planes, erigió la Comisión Diocesana de Justicia y Paz el pasado mes de septiembre de 2015, como foro de expertos de reflexión, estudio y divulgación del pensamiento social cristiano, en concreto de la doctrina social de la Iglesia.

domingo, 10 de abril de 2016

CONCLUSIÓN DE LAS JORNADAS NACIONALES DE JUSTICIA Y PAZ


               La Comisión General de Justicia y Paz de España ha celebrado en la ciudad de Murcia los días 8,9 y 10 de abril,  las Jornadas Nacionales, donde se ha reflexionado sobre Ecología y Ética Social, en base a la encíclica Laudato Si del Papa Francisco.
            Ha contado con la presencia de Mons. José Manuel Lorca Planes, obispo de la diócesis de Cartagena–Murcia; Mons. Jesús Fernández, obispo auxiliar de Santiago de Compostela y prelado asistente de la Comisión Nacional de la Conferencia Episcopal de España; el presidente de la Comisión de Pastoral de la Conferencia Episcopal; la Directiva Nacional de Justicia y Paz; el consiliario  diocesano de Justicia y Paz de Murcia y representantes de las Comisiones de Madrid, Barcelona, Sevilla, Tenerife, Albacete, Alicante y Murcia.

            Se ha constatado que vivimos a nivel nacional y mundial una crisis que no es sólo económica sino, sobre todo, ética, social y ecológica. Esta realidad nos platea a los cristianos el desafío de ser voz profética  para iluminar, desde el Evangelio, el camino que nos lleve a un mundo más justo, fraterno y respetuoso con el medio ambiente.
            La encíclica Laudato Si  abrió las Jornadas de Justicia y Paz. En esta encíclica el Papa Francisco señala el itinerario ético y espiritual para cambiar nuestra manera de ser y de estar en el mundo. 

            Así, el primer conferenciante Fray Francisco Martínez Fresneda, profesor del Instituto Teológico de Murcia, hizo énfasis en la visión franciscana de la Creación en la que el ser humano, cumbre de la misma, se incorpora al mundo creado como administrador y cuidador. Así se constituye en hermano de toda la Creación. Todas las criaturas, astros, tierra, montes, plantas, animales y, sobre todo, los hombres y mujeres, son hermanos, imágenes vivientes de Dios. Más aún, Dios está en ellas.
            La encíclica Laudato Si  aborda en profundidad el problema medioambiental unido a la realidad de exclusión y pobreza en la que vive gran parte de la humanidad. Hace un llamamiento urgente para salir de la espiral de autodestrucción y volver a reconstruir la “casa común que Dios nos ha confiado a todos”. Denuncia la codicia e idolatría del sistema capitalista neoliberal y el actual modelo de desarrollo económico, que no tiene en cuenta el desarrollo humano.
            En definitiva, la Laudato Si es un desafío para toda la humanidad y  un canto a la creación, lleno de poesía y esperanza, al estilo de Francisco de Asís.

            Por su parte, el experto medioambientalista, Dr. Francisco López Bermúdez, catedrático emérito de la Universidad de Murcia, realizó una realista y apasionante exposición del Cambio climático, basado en datos científicos. Señaló las causas y consecuencias. Retomando la Laudato Si presentó lo que “está pasando a nuestra casa común”: la creciente contaminación, la pérdida de biodiversidad, la desertificación y la pobreza en el mundo como consecuencia del cambio climático. Señaló que el deterioro del medioambiente no es casual, sino el resultado de un sistema económico global que mercantiliza la tierra y el agua y sobreexplota salvajemente los recursos naturales. Con lo cual hace más ricos a los ricos y más pobres a los pobres. Finalmente, abordó la respuesta internacional, que lamentablemente, es deficiente y preocupante, sobre todo, para las generaciones venideras.        

   En la Mesa redonda sobre el “Desarrollo sostenible”,  en la que intervinieron el profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Murcia, Dr. D. Francisco Martín, Dª. Marta Martínez Carrillo, representante de Manos Unidas, José García Férez, profesor de moral del ITM y del CETEP de Murcia, moderada por . Isabel Cuenca, Secretaria de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, se destacó el desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades de todos los seres humanos sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones. Esta es la ética del desarrollo.  Muchas de las actividades humanas, tal como están contempladas en el sistema neoliberal, no son sostenibles. La lógica mercantil de la economía es insostenible. Favorece un consumismo voraz en  los países ricos mientras aumenta el hambre en los países del sur.
            En consecuencia, se estima que urge pasar de la ideología del individualismo, de la competitividad y del cortoplacismo que nos presenta el sistema dominante a una alternativa solidaria y respetuosa de la naturaleza. Urge, asimismo, pasar a otro estilo de vida más sencillo y austero en base al principio ético del compartir, tal como señala el Papa Francisco en su encíclica. Combatir el hambre en el mundo exige no solamente dar de comer sino combatir sus causas, que son estructurales.
            La ética de la sostenibilidad está proclamando que toda persona tiene dignidad y por lo tanto tiene derecho a una naturaleza digna y sana. Cuidar el planeta una obligación moral. Es por eso que es necesario sustituir el desarrollo económico del sistema por un desarrollo humano integral.
            Jesús de Nazaret nos enseña que el ser humano se desarrolla integralmente en relación con los demás, compartiendo lo que es y lo que tiene con los hermanos más necesitados, perdonando y amando, así como el Padre nos ama y perdona.

            Por su parte, el profesor Bernardo Pérez Andreo, secretario del Instituto Teológico de Murcia, desarrolló el tema de la Ecología integral en la perspectiva de la globalización y ética social. La ecología integral, tal como aparece en la Laudato Si, abarca no solo lo ambiental sino también lo económico, lo social, lo político, lo ecológico, lo cultural, lo ético… Todo está íntimamente relacionado. Une los problemas ambientales con el problema humano. Une el sufrimiento de los pobres y el sufrimiento de la tierra como ecosistema global. Destaca la propuesta del papa Francisco: la incompatibilidad entre lo verdaderamente humano y el modelo socioeconómico imperante, el capitalismo neoliberal globalizado, y la urgencia de una revolución de la ternura y la misericordia. Éste es el camino para detener la destrucción de la tierra y el deterioro humano y reconstruir un mundo feliz para todos.
            Según las propias palabras de Francisco, vivimos bajo una economía que mata a las personas y mata al planeta entero. Esta muerte es debida al desarrollo de la propia lógica del sistema económico imperante, que es una lógica basada en el lucro sin límite alguno, lo cual es inmoral, contrario al Evangelio de Jesús.

            Finalmente, se concluyó con una mesa redonda sobre el Uso racional y ético del agua, en la que participaron, D. Jesús Cárcar Benito profesor de Ciencias Políticas de la UMU, D. Miguel Padilla, presidente de la organización agraria COAG en la Región de Murcia, Fray José Luís Parada Navas, profesor de moral del Instituto Teológico de Murcia, moderados por D. Eduardo Ibáñez, Presidente de la Comisión Nacional de Justicia y Paz,  concluyéndose que el agua es un bien común. No se puede privatizar. El agua es un derecho porque está ligada al derecho a la vida. Sin embargo, el 43% de la población mundial o carece de agua o no tiene un sistema adecuado.
            Así como que en la utilización adecuada del agua debe integrarse su uso tradicional con los avances tecnológicos, siempre bajo el principio ético de que el agua no tiene fronteras, es un valor moral al servicio de todas las personas.
            Finalmente se concluyeron las Jornadas con unas palabras de Mons. Jesús Fernández, agradeciendo a todas las comisiones diocesanas su participación y fortaleciendo la esperanza y los sueños en otro mundo más justo y más humano, signo de la presencia del reino de Dios.

            Sin embargo, la actividad continuó en la mañana del domingo –tras dedicar la tarde del sábado a la visita cultural de la Catedral de Murcia y al Museo Salzillo-, en la jornada dominical se celebró la Eucaristía en el templo de Sto. Domingo (PP. Jesuítas) presidida por el Obispo acompañante de la Comisión Nacional de Justicia y Paz Mons. D. Jesús Fernández Gonzáles, Obispo Auxiliar de Santiago de Compostela, a la que siguió la celebración de un Pleno de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, en el que, entre otras cosas, se reflejó la satisfacción por el desarrollo, seguimiento y alto nivel de los intervinientes en las Jornadas recién concluidas, sugiriendo la celebración de las próximas en Madrid, el próximo año.


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